El Juego Infinito Cada uno de nosotros ha tenido ocasionalmente dificultades para "pensar fuera de la caja" y ver un problema desde una perspectiva diferente. Simon Sinek nos enseña que esto probablemente se debe a nuestra percepción distorsionada de los "juegos" que jugamos. En su vocabulario, todo lo que hace un individuo se puede considerar como un juego: hay reglas, leyes y jugadores. Ahora bien, desde la infancia, estamos acostumbrados a jugar lo que Sinek llama juegos finitos. Este es el significado estándar de la palabra "juego": los juegos finitos tienen un comienzo, un medio y un final claramente definidos. Además, los criterios para determinar quién es el ganador también son fijos e inmutables. Cualquier tipo de deporte es un buen ejemplo de juegos finitos: es bastante claro quiénes son los jugadores (usan camisetas), el juego tiene una duración fija y el equipo ganador es el que obtiene más puntos, goles, etc. En "El Juego Infinito", Sinek nos enseña que estos tipos de juegos son solo una parte de la historia. Debido a que nos acostumbramos a ellos desde que éramos niños, existe una tendencia generalizada a generalizar nuestra experiencia temprana a nuevas cosas que encontramos en la vida

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