Cuando el capitán de la Fuerza Aérea Luke Trussell abrió la puerta el domingo por la mañana, se asustó al encontrarse a la policía. Y el impacto fue mayor al enterarse de que le habían denunciado por violación. Sabía que había cometido un error la noche anterior, pero, desde luego, no había sido él quien había forzado la atención de una mujer que llevaba meses acosándole. El problema era que Kalyna Harter tenía lesiones y restos de ADN en su cuerpo que daban crédito a su acusación. Decidida a aislar completamente a Luke, Kalyna buscó la ayuda de Ava Bixby, una abogada que trabajaba defendiendo los derechos de las víctimas. Pero Ava no tardó en darse cuenta de que estaba defendiendo a quien no lo merecía. El problema era que prestar su ayuda a Luke podía ser peligroso, sobre todo tras haberse enamorado de él. Porque Kalyna no estaba dispuesta a perder al hombre que quería

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