Dicen que la realidad supera la ficción, y este es el ejemplo más claro. Durante décadas, los grupos armados al margen de la ley desolaron el corazón de la bella Colombia, hasta casi aniquilar su alma y la de su pueblo, gente inocente que pagó consecuencias que jamás debieron asumir. Odio, crueldad, muerte e injusticia. Pero detrás de todo ello también había familia, amor, sueños, miedos, ilusiones y esperanzas. Aisa fue una niña envuelta en este combate que creció, aprendió, sufrió, perdió y sobrevivió, todo al mismo tiempo. No hace falta imaginar conflictos fantasiosos y enrevesados, la realidad de lo que se vivió es mucho más impactante y traumática. Esta es una historia llena de dureza, frialdad y dolor, pero también cargada de cariño, homenaje y amor. Porque el amor está por encima de la guerra. Y el amor, ese al que la pequeña Aisa se aferró desde el principio, es el que le permitió crear también una historia de superación. Todos tenemos pesadillas en algún momento. Por suerte, en este mundo también hay espacio para los sueños. ¿A cuál de ellos quieres aferrarte?

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